El Paso San Boldo es un paso de montaña de los Alpes Italianos, situado entre las ciudades de Trichiana y Tovena, en la región de Veneto, Italia. El paso dispone de una altura de 706 metros. La parte más difícil de la subida es un pequeño tramo de unos 700 metros que incluye 18 herraduras numeradas, 5 de la curvas, instaladas en sendos túneles que libran la montaña, conectados entre si por puentes. Como puedes ver en la imagen de arriba, es algo impresionante. El Paso de San Boldo es uno de los pasos de montaña más pintorescos, míticos, impresionantes y turísticos del mundo. El paso es parte de la carretera regional SP 635.
Localización | Región de Veneto, Italia |
Cordillera | Alpes Italianos |
Horquillas | 18 |
Túneles | 5 |
Coordenadas | 46°00′18″N 12°10′11″E |
Longitud | 17 kilómetros |
Altura sobre el nivel del mar | 706 metros |
Velocidad máxima | 30 km/h |
Inaguración | Junio de 1918 |
Los 5 túneles que perforan la montaña disponen de una anchura máxima es de 5,50 metros, y una altura de unos 3,20 metros, por lo que camiones y autobuses tiene prohibido el paso: o no entrarían al tomar la curva o no entrarían por altura.
Aunque solo hay un carril, San Boldo es de doble sentido, y se controla el tráfico mediante semáforos. Cuando los que suben pasan, los que bajan esperan, y viceversa. Los ciclistas, lógicamente, no pueden hacer estos últimos 5 kilómetros en un solo turno, por lo que deben esperar a los siguientes, hasta que hacen cima. El camino está abierto todo el año, aunque puede que quede intransitable si tras una gran nevada la calzada no está libre de nieve. La espectacularidad del lugar y la historia que tiene hace que sea un lugar muy transitado por turistas y cicloturistas, asi que si estás de turismo en Veneto, ya sabes!
Historia del paso de San Boldo
El camino actual reemplazó a un empinado sendero que habáa antiguamente y que llegaba a la cumbre. Aunque la idea de asfaltar y tunelar la zona para adecuar el paso a vehículos motorizados llevaba sobre la mesa desde finales del siglo XIX, el proyecto no se llevó a cabo hasta la Primera Guerra Mundial. Fue el imperio Austro-Húngaro el que llevó a cabo la construcción para que la logística de armamento fuese más accesible en al zona.
Así, las obras del actual Paso de San Boldo comenzaron en febrero de 1914 bajo la dirección del ingeniero Giuseppe Carpenè. Prisioneros de guerra, ancianos, niños y mujeres locales fueron obligados a participar en la misma. Se dice que hasta 1.400 personas tomaron parte en la construcción, que se terminó en un tiempo record de 100 días, de ahí su sobrenombre de «La carretera de los 100 días». A pesar de la extrema topografía del lugar, uno de los requerimientos era que la pendiente máxima no superáse en ningún momento los 12º, para que el paso pudiese ser transitado por artillería pesada ya que era una ruta estratégica para el abastecimiento de combustible durante la Segunda Guerra Mundial.
El paso de San Boldo recibe el nombre en honor a San Ubaldo, ermitaño español que vivió en el lugar a mediados del siglo VII y que más tarde fue nombrado Santo.