Hasta hace un tiempo, el renting de coches se presentaba como una solución muy ventajosa para autónomos y empresas, sobre todo si iban a precisar de una flota amplia de vehículos. Pero esta modalidad, en vista de las prestaciones que proporciona, también se ha extendido entre los conductores particulares. Con el pago de una cuota mensual tendrán la posibilidad de hacer uso de un coche y de los distintos servicios que van asociados. Al término del contrato se le ofrecerá la posibilidad de cambiar de vehículo o adquirirlo en propiedad.
Si decides decantarte por este sistema de alquiler, lo conveniente sería ponerse en manos de empresas especializadas como +QRenting. Con más de 20 años en el sector serán capaces de ofrecerte una atención personalizada y ajustada a tus necesidades.
Son muchos los que recurren a este tipo de empresas de renting. En ocasiones pretenden hacerse con un coche en propiedad, pero el bajo presupuesto que manejan hace que tengan que buscar otras alternativas más económicas. También influye mucho en esta decisión la situación actual de incertidumbre financiera y las dificultades que presenta la industria del automóvil para la obtención de ciertos materiales, y por consiguiente para la venta de modelos nuevos.
Qué es el renting
El renting consiste básicamente en el alquiler de larga duración de un vehículo. El beneficiario de este sistema no ejerce como propietario del mismo, ya que todos los meses debe hacer frente a una cuota mensual a la compañía de renting, que será la encargada de asumir los distintos gastos que genera el coche.
Por lo tanto, la persona que opta por esta modalidad únicamente deberá preocuparse de cargar el depósito. El periodo medio de este tipo de contratos suele oscilar entre 1 y 4 años, aunque puede alargarse. Una vez finalizado el acuerdo existe la opción de comprarlo u optar por otro vehículo nuevo.
En el caso de los profesionales, el renting de vehículos se presenta como una opción muy atractiva debido a las ventajas fiscales y a que no se requiere una gran inversión o desembolso inicial.
Distinguir los tipos de renting existentes
Hay que diferenciar entre dos modelos de contratación de renting.
- Renting fijo: el cliente tiene la posibilidad de estrenar el vehículo que desee, incorporando los distintos niveles de servicio a escoger, pero con el compromiso de contratación a medio y largo plazo.
- Renting flexible: se presenta como la solución más conveniente para disponer de un coche de manera rápida y sin compromiso de tiempo de uso. Es posible escoger el vehículo que se necesite y devolverlo sin penalización.
Las ventajas de esta modalidad de alquiler de coches
Los usuarios del renting podrán sacarle mucho partido a la gran cantidad de ventajas que ofrece este sistema de alquiler de vehículos.
En primer lugar hay que destacar la posibilidad de contar con una amplia variedad de coches con múltiples precios. En cada momento se puede elegir el que mejor se adapte a nuestros gustos o conveniencia.
Aquellos a los que le gusta cambiar de modelo cada cierto tiempo están de enhorabuena. Una vez que finalicen el contrato pueden hacerse con otro nuevo, por lo que en plazos muy cortos pueden estrenar un automóvil. También existe la posibilidad de ampliar el periodo de disfrute o la adquisición del mismo por la cantidad establecida.
Pero lo que más se valora del renting, sin lugar a dudas, es que no existe ningún tipo de gasto de mantenimiento, de revisiones, averías o sustitución de neumáticos. Tampoco habrá que asumir impuestos ni ITV. Todo esto va incluido en la cuota que se abona todos los meses, además del seguro y de la posibilidad de ayuda legal para recurrir las multas.
Las empresas y trabajadores por cuenta propia pueden sacarle mucho rendimiento. Y es que la cuota es totalmente deducible si la utilización del vehículo está asociada con la actividad que desempeña la compañía.
El renting llega para quedarse
El sector del automóvil no es ajeno a los cambios de hábito de los ciudadanos. Aunque se use de manera regular, en la actualidad buscamos soluciones sencillas que no impliquen ataduras. Este cambio de comportamiento puede estar motivado por la volatilidad de los empleos o por el riesgo que implica comprar un vehículo nuevo que mucha gente no parece dispuesta a asumir.
Además del desembolso a afrontar con la adquisición, también se le unen los costes de mantenimiento, revisiones, averías, impuestos o seguro. En vista del continuo gasto y del uso que se le vaya a dar al vehículo, cada vez son más las personas que optan por explotar otras posibilidades como el renting. Por una cuota al mes podrán disponer del coche que deseen con todo tipo de servicios cubiertos.